miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mal día

Hoy fue un mal día. Ustedes ya lo suponían por el título, pero no quiere decir que ahora son genios, no. Me fue mal hoy. Mi tía no me levanto a la hora que era. Me demoré mucho en el baño, porque hacía frio, y no quería meterme al chorro, así que pasaba un pie, otro pie por el agua, pero no me decidía. Llegué tarde al paradero, me dejó la ruta alimentadora. Genial. Me tocó el vagón más tetiado de todos los tiempos, y casi no podía respirar. Me baje en la estación que no era. Llegué tarde a clases. De almuerzo dieron pescado. Odio el pescado. Me crucé con una par de personas que me circuncidan con sólo verlas. Hubo pescado, ya lo dije, se me olvidó mencionar  que el aliento no se me fue en todo el día, a pesar de cepillarme varias veces. Me reventé una encía de lo fuerte que me cepillé. Sangró un poco. Me manchó la camisa. Intenté descansar bajo la sombra de algún árbol, el sitio estaba lleno de hormigas. Me picaron. Alguien se me acercó, una de esas chicas que me gustan mucho y que de vez en cuando saluda, quería hablar, pero yo no porque el pescado, y me tocó hacerme el callado mientras me hervía la sangre por dentro.
Un taxista me mojó cerca de la Pasoancho, al pasar por un cráter. Olvidé un trabajo. El profesor me miró feo, con cara de me lo esperaba de todos pero de ti, Andresito, de ti. Claro. Cancelan la clase por la cual me quedo en la tarde. Llueve, no llevaba sombrilla; me mojé. Oré para que no lloviese más. Cayó un aguacero. Esplendido. Tengo dos ensayos para mañana. El juego que esperé por un año no le sirve a mi compu. La chica que amo cambió su estado en Facebook  a comprometida. Salgo de la facultad, y el perro me ladra. El perro no le ladra a nadie, pero yo lo entiendo, por hoy lo entiendo. Odio el MIO. Me digo, es mejor tomar una buseta. Me mojé por media hora en el paradero antes que alguien me dijera que quitaron todas las rutas. Perfecto. Un bus destartalado pasa cerca de mí. Le digo que si va para Comfenalco, súbase, súbase. Le pago mil. El conductor me hace la bulla. Todos me miran. El bus estaba repleto de universitarias de U´s privadas. Soy una vaga mezcla de barro, mugre, y desolación. El bus cambió de ruta esa semana. Me dejó en la quince, a las 6 de la tarde. Mi gato está enfermo, se me acabó el desodorante. La cena es una shit. Me quiero volver chango.

Andy Parra
26 de noviembre del 2010